1. Funciona por medio del
control de un ordenador. Así, sólo a través de dicho dispositivo informático se
puede tener acceso a todo aquello que ocurre en la vivienda o local donde lo
hemos instalado.
2. Es muy fácil de utilizar,
de tal modo que el usuario con una simple combinación de teclas en el pc o
portátil puede realizar los cambios u operaciones que estime oportunos. De esta
manera, podrá saber si alguien está merodeando su casa o si tiene correspondencia
en el buzón, tendrá la posibilidad de conocer si está conectado o no el aire
acondicionado, o de descubrir cuál fue la última vez que se regó el jardín.
3. Permite la interrelación
entre diversos elementos para mejorar la facilidad de utilización y la toma de
decisiones en los momentos que se necesite. Un ejemplo de ello, es que se puede
condicionar el uso del anteriormente citado aire acondicionado a la apertura de
ventanas o a si hay gente en la casa.
4. Todo sistema domótico debe
ser fiable al 100%, por ello nada mejor que equipar el ordenador, desde el que
se realiza el control, de una serie de elementos que contribuyan a ello. Así,
se puede dotar de un SAI para evitar problemas en caso de apagón o de una
potente batería que sea la encargada de alimentar a los diversos periféricos.
5. Debe permitir el control
remoto, de ahí que desde otros dispositivos se permita este, mediante conexión
telefónica, sea cual sea el lugar en el que nos encontremos.
6. Capacidad de
actualización. Ello supondrá que, ante los continuos avances y versiones de
diversas aplicaciones que alberga, este sistema tenga la capacidad para tolerar
la instalación de nuevos programas y mejoras del software de modo fácil y
sencillo.